La Responsabilidad Inminente

La multiplicación de riesgos y la complejidad de una cadena de eslabones en la que cada uno es responsable de su pronta simplificación, nos impulsa a actuar en estos momentos con prontitud de decisión.

Dentro del marco de Salud Pública en cara a una posible pandemia de influenza porcina, los niveles de conciencia y conocimiento del sector privado, del sector público, de los organismos internacionales y de la comunidad global, se han elevado hacia una exigencia de compromiso, solidaridad y colaboración por mitigar la oscuridad inminente.

La Responsabilidad Inminente del manejo transparente de la información, la sincronización de una sociedad civil organizada, un sector privado con la mirada hacia la mejora de la comunidad y un gobierno presto al servicio de la ciudadanía, ha dado, inevitablemente, un giro de exigencia para la protección de nuestra permanencia.

Es preciso recrear en los hechos la Responsabilidad Inminente. Pensar y actuar de una manera integral en donde la prioridad se inclina hacia el bienestar colectivo sin deformar el verdadero sentido de la realidad y desvirtuar su enfoque.

La alerta es roja. El paso es crítico. La ciudadanía confía en la pronta y calificada solución de una propagación que dejó de ser remota para ser, al día de hoy, próxima y temible.

El desafío es inminente. Es el momento de fortalecer políticas sociales y de salud, transmitir información precisa y puntual que plasme credibilidad, convenir con y en espacios globales, fortalecer alianzas y promover la cooperación conjunta de organismos internacionales.

La alerta es roja y la Responsabilidad Inminente.